El verdadero lujo de esta vida es poder disfrutar del momento, que el tiempo se detenga y poder inhalar aire fresco y llenarse de paz y relajación. Quedarse en Hacienda Acamilpa es una experiencia de armonía, buen comer y descanso.
Los jardines te llenan de vida, mientras que la arquitectura inspira y nuestro personal cuida y se encarga de que tu solo te preocupes por disfrutar.